Otros post coquetos: Pág. 2 Pág. 3 Pág.4 Pág. 5 Pág. 6 Pág.7 Pág. 8 Pág. 9 Pág.10 Pág. 11
6 ERRORES AL APLICAR BASE DE MAQUILLAJE
By Alba Martín
Aplicar base a nuestro rostro es un recurso que deberíamos utilizar más y mejor en nuestro día a día, pues empareja nuestro tono de piel y cubre las manchitas, granitos, rojeces u ojeras.
Eso sí, todos estos pros se vuelven en nuestra contra cuando la aplicamos o elegimos un tono que no es el nuestro. Por ejemplo: si se nota que llevas base, mal vamos. Pero no te preocupes, es uno de los errores más comunes y que muchas de nosotras hemos cometido alguna vez.
Por ello, aquí van un par de consejos para que la base de maquillaje líquida sea el toque final que haga perfecto nuestro look.
- Elige el tono adecuado:
Lo primero que debes hacer antes de comprar tu base líquida es comprobar que es el tono adecuado. Es cierto que muchas veces tendemos a probarlo en las manos, pero esto puede llevar a equívocos, puesto que el tono no es el mismo que el de tu rostro. Si puedes, siempre es mejor que lo pruebes directamente en la cara.
Para saber si es el correcto, tienes que comprobar que, al aplicarlo, se desvanezca totalmente, tiene que quedar invisible, pues lo que perseguimos es que no se note, que unifique nuestra piel.
- No olvides la crema hidratante:
Aplica crema hidratante en el rostro y cuello antes de utilizar la base SIEMPRE. Si no lo haces, lo que absorberá tu piel para hidratarse será directamente la base líquida, lo que dejará el tono desparejo. Pero no sólo eso, lo peor es que no es sano para la piel, pues obstruye los poros y, a la hora de desmaquillarte, es mucho más costoso limpiar la piel del todo.
- Evita el “efecto máscara”:
Es otro error muy común: olvidar aplicar la base también en el cuello. Si no lo haces, se notará una horrible línea del maquillaje que dejará bastante claro que llevamos makeup (recuerda que el principal objetivo es que no se note). Esto es lo que se denomina “efecto máscara”.
Para evitarlo, aplica base también el cuello y tómate el tiempo necesario para extenderla y unificarla correctamente con una esponjita.
- Cuidado con el exceso:
Recuerda: menos es más. No porque apliques mucha cantidad el resultado va a ser mejor; al contrario, hay que aplicar muy poca cantidad y extenderla bien y uniformemente. De lo contrario, volverá a parecer que llevas una careta.
- Toque final: polvos compactos:
Aunque la base sea fundamental, no es lo único que hace que nuestro rostro luzca perfecto, hay que aplicar un último toque: los polvos compactos.
A diferencia de los polvos sueltos (que se utilizan como alternativa a la base líquida de la que hablamos hoy), los polvos compactos son para sellar la base de maquillaje, no para modificarla. Así que mucho ojo con el tipo de polvos que elijas, pues si utilizas unos con color, podrás estropear lo conseguido con la base. Mi recomendación es que los compres traslúcidos.
Espero que estos consejos te sirvan y que los tengas en cuenta a la hora de elegir y aplicar tu maquillaje.
Ante cualquier duda, también puedes preguntar directamente a las dependientas de la perfumería en la que compres tus productos, estoy segura de que ellas estarán encantadas de asesorarte correctamente.
Así que, a partir de ahora, ¡a lucir rostros de porcelana!