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«Edurne… cuéntame un cuento».
Llegó a Lanzarote desde Madrid hace 14 años, aunque es natural de Durango (Vizcaya). Cambió la profesión de maestra de Educación Física por la de narradora de cuentos maravillosos. Define Lanzarote con el lugar donde “te desdoblas como los calcetines” y es aquí donde ha encontrado un lugar para expresar su arte de dos diferentes formas: la narración y la costura. Para ambas utiliza la misma técnica: estirar, encoger y transformar.
Miren Edurne Vázquez se define como curiosa, buscadora de historias apasionantes y lugares que le sugieran y su propio cuento siempre está en proceso de movimiento.
Quién es Edurne
Se define como “una curiosa, buscadora de historias que me apasionen, lugares que me sugieran y siempre estoy en esa búsqueda de volver a encontrar la ilusión de qué hacer con mi vida y dónde realizar mis proyectos. Casi siempre estoy en un proceso de movimiento.”
Aunque también pasa por momentos de tranquilidad, cada 5 o 6 años da un cambio a su vida.
En Lanzarote ha encontrado muchas cosas pero sobre todo a sí misma. “Pensé que iba a ser un susto muy grande el encontrarme pero estoy aprendiendo a convivir conmigo y me estoy empezando a gustar y a llevar bien. Y ahora estoy en ese proceso de: como me gusto, voy a ver qué puedo hacer conmigo misma”.
Los comienzos
En el fondo siempre ha contado cuentos, porque según Edurne en eso se basa la enseñanza, por eso ella se define como “muy cuentera”, lo que le sirvió para su supervivencia como profesora de INEF de secundaria, profesión de la cual “me desapunté total porque eso no era para mi.”
Aunque siempre se ha dedicado a la enseñanza y a todos los niveles, el cuento ha marcado un antes y un después y es lo que le ha hecho reconciliarse con los adolescentes y su mundo. “Encontré una vía de llegar a ellos y de que ellos me aceptaran como soy”.
Se metió de lleno en la danza, mezclando baile con improvisación en su forma más independiente, llegando a crear un grupo de danza independiente en Madrid.
“La vida es arte”
La línea de actuación de Edurne tiene que ver con el arte, “el arte que es todo en la vida”, y arte en el que ella pueda expresarse y contar que cosas “pasan por sus tripas”. Para ello, ha hecho uso del teatro, la danza y la expresión corporal. “Desde hace unos 12 años encontré en la palabra, sin personaje, sin dramatizar como el teatro, encontré la vía de la narración oral que me dio muchas alegrías y algún que otro disgusto.” En esa línea se quedó durante mucho tiempo, aunque ya le apetece comenzar a generar cosas nuevas.
En medio de todo esto, esta mujer tan ecléctica que combina todo lo que puede y más, y a la que no le gusta estar enfocada solo en una cosa, combina la narración con la costura, sí sí, como lo están leyendo, y es que aunque no lo parezca, tiene mucho que ver, ya que otra de sus grandes habilidades es la artesanía y el reciclado de tejidos, creando historias, “reconduciendo lo que hay y transformándolo” . Edurne combina así la costura con el cuento y las clases en un colegio dentro de un proyecto que promueve el arte en las escuelas a través de los valores humanos. Cosas que aunque parecen diferentes, no lo son, y al final se reducen a lo mismo “el potaje que te sale rico y te lo comes” –ríe Edurne.
Lanzarote
“Un viaje al interior de sí misma, donde te das la vuelta como los calcetines” – así lo define Edurne.
Sin conocer la isla, llegó hace 14 años, sin saber a dónde llegaba, pensando que las Canarias era un lugar exótico “tierra de nadie a donde había que llegar a nado, sin aviones”. Y junto a su compañero de aventura, también harto de la ciudad, recuerda esa llegada como una recomposición de “un puzzle de trozos rotos”.
Su cuento favorito
Pilocha es la historia de un trozo de madera que quiere ser niña… escrito por Maita Cordero Ayuso. Edurne se lo pidió prestado y lo personalizó. “Lo transformo, lo destrozo, lo alargo, lo encojo, lo mismo que hago con mis creaciones riñoneriles”, unas riñoneras preciosas que Edurne vende en un puesto en la zona de los artesanos en el mercadillo de la Villa de Teguise todos los domingos por la mañana.
La misma técnica de alargar, encoger, y transformar sus historias es la que utiliza para dar lugar a creaciones como las que os mostramos. “Cuando cuento cuentos y cuando coso funciono de la misma manera. A veces lo termino destrozando y no sirve para nada y a veces hasta me lo puedo poner y queda chulo”.
Dónde
Contar cuentos en las bibliotecas es muy reconfortante para nuestra narradora. “Todas esas páginas, esas letras y esas almas que han quedado por ahí. Son espacios propios para contar, imaginar,… vas a tiro hecho. Tienes ganado el 50% y el éxito está casi asegurado. Un lugar silencioso es un lugar acogedor para abrir las orejas y dejar el culo quieto y soltar las manos de las maquinitas y de esos grandes competidores que son las pantallas. Pantallas que Edurne… utiliza como somníferos para dormir su siesta.
Cuéntame un cuento, pero que sea bonito, por favor
“Tenemos ganas de que nos cuenten historias muy bonitas, estamos hasta las narices de historias que empiezan fatal y terminan peor. Lo bonito de los cuentos es que te saquen de donde estás, que te saquen, te pierdan y te lancen. Que no te pongan ni tomando tierra, ni en la estación de la guagua, sino que te suelten y que te dejen incluso que saques tus propias alas”. “Necesitamos cosas bonitas en nuestra piel y en nuestra alma. Rodearnos de belleza, fantasía, ilusión y entusiasmo que es lo tiene que haber en los cuentos.”
Partidaria también de los cuentos con moraleja, los cuentos de pensar, en los que tú tienes que viajar…
Moraleja para nuestros lectores
“Les diría que construyan su propia historia y que no tengan miedo a que el final se quede sin cerrar”. Cuando queremos empezar algo, queremos ver cómo va a terminar y yo a mi misma me digo: empieza el viaje y ya veremos qué pasa. El propio viaje, el propio movimiento te lo dirá. Seamos dueños de lo que queramos construir pero sin miedo a cerrarlo en blanco, en negro, amarillo o en lunares. No tengamos miedo al resultado porque creo que falta un poco de generosidad para que las cosas te lleguen y te devuelvan a lo grande. La escasez no va bien para nada.”
“Lo tenemos todo y a veces nos quedamos con lo que nos falta. No se sabe por qué.”
“Hay días que no le ve uno la gracia a la vida por ningún lado pero hay que intentar sacársela.”
Así que ya saben, construyan su propio cuento y disfruten del camino. El final ya se verá…
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Redacción y fotografía: Alsolajero.com