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Las Chicavillas, la murga que aún no conocías

Enérgicas, intrépidas, audaces, perseverantes, artistas… Se podría utilizar un sinfín de adjetivos para describirlas, pero el mejor que las define es: únicas.

            Dicen que la crisis crea oportunidades y que nos permite poner en práctica ideas que en otro momento hubiésemos desechado. Quizás fue esta la razón que impulsó a este grupo de amigas a reunirse un día. Agudizaron su ingenio y le dieron forma a un sueño, a una ilusión que les rondaba en la cabeza.

       

    Fue a finales de 2012 cuándo decidieron reunirse y llevar a cabo lo que en su momento les parecía una locura. Era muy precipitado, pero ya estaban decididas: Las Chicavillas se tenían que dar a conocer en los carnavales de 2013. Ya no podían seguir escondidas, esas letras originales y perspicaces debían materializarse. Y así lo hicieron. Ya no había marcha atrás y, aunque estaban a contrarreloj, lo consiguieron. Este será para ellas su tercer año como murgueras, pero, ¿quiénes son ellas?

            Pertenecientes en su mayoría al municipio de Teguise, este grupo de mujeres sacó la valentía del fondo de su corazón para alegrar al pueblo con sus canciones. Muchas de ellas no habían pisado nunca un escenario, lo que le suma valor, pues hay que tener en cuenta que son un grupo pequeño. Diez son las componentes de Las Chicavillas, diez valientes que han sacado a delante este proyecto y que hoy es una gran realidad. Sacrificando fines de semana y algún que otro día, han conseguido que esta pequeña murga se haga un hueco en las fiestas carnavalescas del municipio.

            Su objetivo principal es llegar a ese grupo de gente que echa de menos los inicios murgueros. A esa parte del pueblo que añora esas murgas de antaño en las que se cantaba a capella y sin ayuda de ningún instrumento de percusión. Sin menospreciar estos medios, pues quién sabe si en un futuro harán uso de ellos, Las Chicavillas han querido mantener esa esencia, buscando esa originalidad perdida con la única compañía de sus pitos. Y musicalmente hablando, es todo un logro. Cantar a capella deja entrever los posibles fallos: si alguna desafina, si se equivoca de letra, etc. Todo el ritmo lo marcan con sus voces y aún con esta dificultad añadida son capaces de enfundarse sus disfraces y hacer disfrutar al pueblo. Mucho valor demuestran estas mujeres que se han hecho a sí mismas.

            Aunque Fátima Díaz hace las veces de directora y se encarga de poner orden en los ensayos, ninguna de ellas se quiere diferenciar de la otra. No quieren títulos, solo formar parte de un sueño en el que todas han puesto su granito de arena para hacerlo realidad. El consenso es esencial para ellas y de ahí esa armonía que se respira nada más verlas.

            Sus letras las escriben ellas mismas, letras que han ido evolucionando con el paso de los años. De cantarle a su pueblo han ido extendiendo horizontes y ya no dejan títere con cabeza. Siempre cantando con mucho humor, pero siendo críticas con la realidad. El respeto es su lema.

Lo que esencialmente pretenden con sus canciones es hacerse oír y si pueden mejorar el pueblo mucho mejor, porque casualidad o no, nos cuentan como anécdota que a través de sus canciones un año consiguieron que el ayuntamiento mejorara una de sus calles que ellas habían mencionado y criticado por su deterioro. Tal vez fuera solo una coincidencia, pero historias como estas son las que las anima a seguir cantando y salir a los escenarios.

            Al igual que sus letras, también diseñan sus propias fantasías, aunque Toño Aparicio es el encargado de darles forma. No nos dan pistas de cómo irán ataviadas este año, pero seguro que nos sorprenderán una vez más.

            Y todo gracias al sacrificio de su propio bolsillo. No pretenden lucrarse, ellas solo quieren divertirse, por ello se autofinancian y, lo poco que obtienen de la ayuda de entidades privadas o del pueblo, intentan que se reflejen en sus actuaciones ofreciendo junto a su actuación otro tipo de espectáculos para que el pueblo disfrute y vea que su aportación ha merecido la pena.

            De momento se mantienen en pequeños escenarios, sobre todo por los del municipio. La idea de un concurso aún no se la plantean, pero quién sabe. Las Chicavillas han ido evolucionando con los años, proyectando nuevos retos, nuevas aspiraciones. La innovación les nace de su interior.

 

 

Por eso les invitamos a que las conozcan. Este viernes 20 de febrero en el Centro Socio Cultural de Teguise harán su presentación junto con la actuación de Juanito Panchín y la Batucada Merekumbé. La entrada es gratuita, lo único que hay que aportar son las ganas de disfrutar.

Redacción y fotografía: Alsolajero.com

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